Bien son varios los aspectos a considerar en esta situación. Si bien no es para generar una alarma general en el medio de las telecomunicaciones, pues aún queda un breve espacio de tiempo, si es para tomar medidas y acciones, semejantes a las que se establecieron cuando tuvimos que afrontar el cambio de milenio: 1999-2000.
1. Al no tener más direcciones que asignar, no podrá haber más registros de direcciones IP para las nuevas organizaciones y por tanto, no podrán tener presencia en Internet como lo tienen las demás.
2. Se pueden presentar limitaciones y fallas en servicios de traducción de direcciones - NAT para utilizar direcciones IP que no se encuentren registradas.
3. La ampliación de infraestructura de las empresas estará limitada y restringida por el agotamiento de las direcciones disponibles.
4. Se enfrentaría un retraso en el surgimiento y expansión de servicios IP en dispositivos inalámbricos y móviles emergentes.
5. Si las organizaciones no tienen previamente establecidos rangos de direcciones para escenarios de contingencia, no podrán solicitar uno para ese momento y por tanto no podrán operar.
Estos y otros posibles impactos se pueden presentar al no contar con una debida planeación para asumir este evento tecnológico que se avecina. Parte de la preparación se debe orientar a la migración de IP V.4 a IP v.6. Este cambio tiene implicaciones importantes dentro de la infraestructura de comunicaciones y requiere coordinación y conocimiento especializado que ayude a disminuir los posibles impactos de los cambios en el direccionamiento. Es importante, considerar dentro del plan un periodo de transición donde la organización contará tanto con direcciones IP V.4 como IP V.6.
webgrafía:
1. Al no tener más direcciones que asignar, no podrá haber más registros de direcciones IP para las nuevas organizaciones y por tanto, no podrán tener presencia en Internet como lo tienen las demás.
2. Se pueden presentar limitaciones y fallas en servicios de traducción de direcciones - NAT para utilizar direcciones IP que no se encuentren registradas.
3. La ampliación de infraestructura de las empresas estará limitada y restringida por el agotamiento de las direcciones disponibles.
4. Se enfrentaría un retraso en el surgimiento y expansión de servicios IP en dispositivos inalámbricos y móviles emergentes.
5. Si las organizaciones no tienen previamente establecidos rangos de direcciones para escenarios de contingencia, no podrán solicitar uno para ese momento y por tanto no podrán operar.
Estos y otros posibles impactos se pueden presentar al no contar con una debida planeación para asumir este evento tecnológico que se avecina. Parte de la preparación se debe orientar a la migración de IP V.4 a IP v.6. Este cambio tiene implicaciones importantes dentro de la infraestructura de comunicaciones y requiere coordinación y conocimiento especializado que ayude a disminuir los posibles impactos de los cambios en el direccionamiento. Es importante, considerar dentro del plan un periodo de transición donde la organización contará tanto con direcciones IP V.4 como IP V.6.
webgrafía:
Elementos del problema de las direcciones IP: inseguridad informática; publicado en EL TIEMPO. Disponible en:
http://www.eltiempo.com/participacion/blogs/default/un_articulo.php?id_blog=3516456&id_recurso=450002029
http://www.eltiempo.com/participacion/blogs/default/un_articulo.php?id_blog=3516456&id_recurso=450002029
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